miércoles, 11 de julio de 2012

Todos distintos, todos iguales

"Las mujeres no son iguales a los varones. Hay diferencias. Ustedes las feministas quieren que seamos todos iguales, quieren matar la diversidad."
He hablado mucho, en este blog, del género, para explicar por qué estas afirmaciones son erróneas, hablando del tema de la igualdad o de la supuesta complementaridad de los sexos.

Pero parece que todavía no queda claro. Entonces vuelvo a la carga, quizás plagiándome a mí misma.

Hay un problema de concepto.

Cuando se dice que varones y mujeres son iguales, significa que las diferencias que puede haber entre dos personas no viene necesariamente de su diferencia sexual biológica, sino de su diferencia individual.

Varones y mujeres no son idénticos, no se parecen entre sí, así como dos varones no son idénticos, ni dos personas con ojos azules, ni dos personas negras, ni dos personas pelirrojas. Simplemente, porque ningún individuo es idéntico a otro.

Las diferencias son entre individuos, no necesariamente entre sexos.

No existen diferencias esenciales que se puedan definir entre sexos, más allá de las biológicas obvias: los varones tienen pene, las mujeres tienen vulva, los varones tienen próstata, las mujeres tienen útero, y menos obvias y que no se niegan: los varones tienen más testosterona, las mujeres más estrógenos, etc.

Se trata de decir que las diferencias de carácter y comportamiento son culturales, de educación, y no biológicas. La prueba está que en otras culturas, las cualidades que se atribuyen a uno u otro sexo son distintas.

Si las diferencias de comportamiento fueran naturales, entonces TODAS las culturas y TODAS las épocas tendrían las mismas.

Y no es así. Por ejemplo, se dice de las mujeres que son más coquetas, les gusta ponerse más adornos, más joyas, más pintura, realzar sus atributos con tacos altos, etc., para atraer a los varones, y que esto es natural.

Pavo real. La hembra, sin adornos.
Pero en primer lugar, en la mayoría de las especies animales, son los machos los que tienen atributos atractivos y se "decoran" para atraer a las hembras, o sea que si fuera por la naturaleza, entonces debería ser el contrario. O sea, ya tenemos una primera pista que nos indica que si, hoy en día, las mujeres se "decoran" más que los varones, no se trata de un comportamiento que viene de la naturaleza o de los genes.

Luis XIV de Francia.
Pero además, ¿qué de la corte de Luis XIV en Francia, por ejemplo, en que los varones se ponían calzas, tacos muy altos, ropa con encaje, pelucas enormes y se pintaban muchísimo? Si fueran naturales, las costumbres no variarían entre las épocas y las culturas, serían siempre las mismas, en todos lados.

O sea, las diferencias que podemos notar en nuestra cultura (las mujeres son mejores comunicadoras, los varones son más violentos, las mujeres se relacionan más con la naturaleza y el cuerpo, los varones con el intelecto, las mujeres no tienen sentido de la orientación, los varones manejan mejor, etc.) no están escritas en el mármol, no son datos biológicos, son producto de una sociedad, una cultura, una educación dadas. Cambiando la sociedad, la cultura y la educación, podemos cambiar esas diferencias.

Las cualidades culturales son lo que componen el género, a diferencia del sexo, que es biológico.

O sea, cuando se habla de género se está justamente del lado de la diferenciación entre individuos (y no entre sexos), o sea, del lado de la diversidad absoluta, ya que no se divide a las personas en solamente dos categorías (varones y mujeres), sino entre una infinita cantidad de categorías (tantas como el número de individuos en el mundo).

Por último, recordarles algo:
El contrario de la igualdad no es la diferencia: es la desigualdad.